Epístola de la Larva a las Troyanas

por soylalarva

 

Hermanas;

siendo hoy como es, día de números, postulados, performances, estadísticas y avances en investigación, os he reunido aquí, en este día que dicen Internacional del Cáncer para dar rienda a nuestro derecho a la pataleta.

Para convocar a la rabia, la risa tonta, el dolor neuropático, el ardor del estómago y las llagas en la boca. Reunamos pues la angustia de vivir, el desaliento, las bajadas vertiginosas por el túnel del agotamiento.

A lo que nos cuesta vivir. Que un día es un día.

Aullemos como coyotes a la luna y al diagnóstico, a los tratamientos novedosos y a las cicatrices, al dolor nuestro de cada día y a la niebla tóxica.

Quejémonos, quememos las naves, quitémonos el pañuelo.

Brindemos con los alcoholes contraindicados por nuestro derecho a estar cansadas, furiosas, deprimidas, gordas, esqueléticas, por nuestro derecho a llorar por las esquinas y ser unas quejicas.

En las gestas medievales, en la novela negra de tipo duro con gabardina, en las guerras de soldados achicharrados por el gas mostaza, los heroicos guerreros pierden pie en maravillosas páginas de épica literatura universal.  Nosotras, las  luchadoras infatigables,  valientes guerreras en lucha contra el Cáncer no tenemos día de asueto, en nuestro día, más aún, se nos pide no hacer muecas, lucir la mejor de nuestras sonrisas, despedirnos con decoro, pasarlo con estoicismo de Semana Santa, para que nos vayan jaleando al paso… olé, olé!

Siendo hoy el día D, digo yo que deberían dejar de decirnos que nos vamos a curar, que tenemos que ser valientes, calvas, mutiladas y felices. Y que si estamos ligeramente abotargadas es porque lo que nos mata por aquí y nos sana por allá.

Nosotras las troyanas, somos vanguardia en una cruzada rosa, nuestra poca voluntad heroica no cuenta, ni viste para el colorín. Solo por pedir en el Día D; pido que nos dejen sufrir, llorar, reír a pierna suelta, enseñar las cicatrices, que cada cual afronte la lección vital con sus peculiaridades, que cada una se despedida con más o menos brillo, que esto no va de subirnos al podio.

Cada una de ellas, soy yo. Cada una de ellas, somos nosotras y según dicen hoy algunas estadísticas, cualquier día yo, serás tú.

Hoy es el Día Internacional del Cáncer, y oyendo la radio pienso, que  puede ser que yo esté equivocada y sea el día de la enfermedad, del bicho y yo, como siempre quejándome.