Remedios y 3

por soylalarva

remedios y 3

«Las leyes de la naturaleza son las leyes de la salud y quien vive de acuerdo con esas leyes nunca está enfermo. El que obedece esas leyes mantiene un equilibrio de todas las partes, asegurando de ese modo la verdadera armonía; y la armonía es la salud, mientras que la discordia es la enfermedad.»   Evangelio Acuariano

Para hacer un antiguo ungüento perfumado; toma un dracma de aceite de nuez moscada extraído a presión, un escrúpulo de la mejor algalia, seis granos de amizcle escogido, aceite de espicanardo, aceite de espliego, dos o tres gotas de cada uno, haz un ungüento para untar la frente, la nariz y otras partes principales para fortalecerlas.

Mataría por un escrúpulo de la mejor algalia y fortalecerme del todo.

Si Ume significa ciruela, boshi, significa seca. La umeboshi es una ciruela sin madurar fermentada durante casi dos años, se conserva con hojas de shiso, una hierba aromática de la menta, que solo existe en Japón. En la Macrobiótica, la Umeboshi se considera un alimento medicinal e imprescindible en la cocina. Su acidez neutraliza el exceso de carnes, sal, huevos (alimentos yan), mientras que su sabor salado neutraliza nuestros excesos de azúcar refinado, zumos (alimentos yin). Estimula el intestino, el hígado y la vesícula biliar alcalinizando nuestra sangre y aumentando nuestras defensas. Debes tomarla en ayunas, y chupar el hueso 15m. Su sabor es indescriptible, pero olvidarás el Omeoprazol y el Pimperam.

El Oro Potable es el primer nivel de maduración de lo que los antiguos alquimistas llaman la Medicina de Primer Orden,  el resultado del proceso tradicional de coagular o condensar, los rayos del sol polarizados con la luna, para así usar las poderosas virtudes de la luz solar. El Elexir del Oro Blanco actúa sobre el cerebro, el sistema inmunológico y la médula espinal, descargando tensiones, ordenando los desequilibrios y nutriendo todas las esencias que tienen que ver con los aspectos más importantes del sistema nervioso.

Pongo al baño María la manteca de karité  que me trajeron de la Francia, mezclo aceites esenciales de rosa y espliego y aceite de jazmín y de sésamo, el color dorado se vuelve a helado de vainilla cuando en el balcón se va volviendo sólida. En la piel estalla de nuevo en aceite y yo tan feliz con mis alquimias.

Y prepraro un ungüento con aloe vera al 90%, aceite de Rosa Mosqueta de chile y crema de caléndula, que me aplico con la punta de los dedos donde la piel está mutando aunque yo siga oyendo; pero éso no es nada.

Más que nada por si es que me despellejo.

Por creer, puedes creer en esto o en aquello, en la magia potagia o en la ciencia exacta, los caminos digo yo que  están para escrutarlos.